Por lo general no soy muy afecto al verano. Por supuesto que me gusta cuando estoy cerca del mar, pero cuando no es el caso el calor me resulta muy molesto y prefiero los días más fríos y oscuros.
El viaje de visita a las familias, tradicional para esta época del año, estuvo muy bien. Pasamos una semana de descanso, buena alimentación y mucho cariño con abuelos, tíos y primos.
No quise ser menos, e intenté yo también capturar alguna foto de este particular eclipse que pintó la Luna de rojo.
No me salió bien, no tenía pensado hacerlo y no preparé las fotos.
Una tarde de sábado ideal: tormenta de verano y buenas series para ver en TV. De fondo, el delicado sonido del trueno.
Tormenta avanzando sobre La Plata.